sábado, 12 de abril de 2014

La primavera me empapó...
Llevaba unos botines con tacón alto, muy alto y a cada paso que daba el miedo a resbalar zigzagueaba por mi cuerpo...aunque no me hacía aminorar el paso...caminaba rápida para llegar al coche cuanto antes.
La gente me miraba perpleja...o extrañada...o no se cómo, pero con una pequeña suspensión temporal en sus ojos...como cuando ralentizan una imagen en el cine...muy de película...y yo seguía casi corriendo y con el miedo a resbalar...
Y la primavera seguía empapándome, mi chaqueta negra con forro plateado se iba arrugando y el flequillo se pegaba más y más a mi frente...y de repente aminoré el paso, mire hacia el cielo gris blanco dejando que el agua me inundara a base de bien. Qué bonita expresión, " a base de bien" y que apropiada, porque realmente pensé: "¿Qué daño puede hacerme un poco de agua de lluvia?¿O mucha lluvia? Es primavera, el agua empapa todo para que florezca la vida...a lo mejor de mí brotan hojas y florecillas de colores...y también la sonrisa en mi expresión como un futuro presente..."
Sí...todo eso pensé, sentí, me empapó, esta tarde caminado por este Madrid que a veces me agobia tanto y que siempre adoro...
Esta tarde la primavera me empapó inundando mi alma de agua tibia, de alegría, después de una mañana hermosa con luz radiante y azul en los ojos del cielo...mañana de amigos, arte y vino...
Y la gente se resguardaba en los portales, entradas de bares y establecimientos esperando que parara la tormenta, y me miraban cuando al pasar cerca, dejaba que la primavera me empapara, con una sonrisa y paso lento...y claro, sin paraguas...

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